MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98
EL MODERNISMO
-Dos son las interpretaciones que se hacen del término Modernismo:
1) Movimiento literario bien definido, que se desarrolla entre 1895 y 1915. Su cima es Rubén Darío, y se caracteriza por su esteticismo y escapismo.
2) Aquellos que estiman que no es sólo un movimiento literario, sino que es también una época y una actitud. Actitud defendida por Juan Ramón Jiménez y Federico de Onís.
-Raíces históricas y sociales.
Al modernismo le caracteriza su profundo desacuerdo con la civilización burguesa. El modernismo es una reacción contra el espíritu utilitario de la época, contra el industrialismo y la mediocridad burguesa en la que se desenvuelve la sociedad. Frente a esta mediocridad se adoptará actitud de disconformidad a través del aislamiento aristocrático y refinamiento estético. Acompañado muchas veces de actitudes inconformistas como la bohemia, el dandismo y conductas asociales y amorales.
-Génesis e influencias del modernismo.
Influencia francesa:
1) Parnasianismo: su máxima es “el arte por el arte”. Su ideal es la perfección formal. Preferencia por ciertos temas que aparecerán en los modernistas: los mitos griegos, los exóticos ambientales orientales, lo medieval.
2) Simbolismo: para los simbolistas la realidad encierra significaciones profundas o afinidades con los estados de ánimo. Estas significaciones o afinidades se hacen patentes en los símbolos, en los que una imagen física sugiere algo no perceptible (una idea, un sentimiento...) Ej. : el camino es la vida, el atardecer la muertes, etc.
3) Influencia de Bécquer. Es un precursor del simbolismo (cfr. el arpa olvidada). De él se tomará también una veta intimista y sentimental.
-Temas
-Una cierta desazón romántica. Los modernistas, como los románticos, rechazarán la sociedad en la que viven. Frente a la sociedad burguesa, racional y utilitaria tenemos la defensa de las pasiones, lo irracional. La literatura dará cabida al misterio, lo fantástico, los sueños, todo aquello que escapa de la razón.
-El escapismo. El modernista huye para no enfrentarse / afrontar la realidad. Hay dos tipos de evasiones: en el espacio (lo oriental) y en el tiempo (pasado medieval, dieciochesco). También gusto por la mitología clásica.
-Cosmopolitismo. Cosmopolitismo que desemboca en la devoción por París.
-El amor y el erotismo. Igual que en el romanticismo nos encontraremos el cultivo del amor imposible, del amor fracasado. Pero nos encontraremos también muestras de erotismo con sensuales descripciones.
-Temas americanos e hispánicos. Ese rechazo del mundo presente hace que se vuelva la mirada hacia el pasado, hacia los propios orígenes; muchas veces intentando buscar las raíces de una colectividad, de un pueblo.
Nos encontramos un anhelo de armonía, frente a un mundo que e siente inarmónico. Armonía que se manifiesta en un ansia de plenitud y perfección (frente a la mediocridad e imperfección del mundo de finales del siglo XIX)
-Estética modernista.
La búsqueda de la perfección y armonía da lugar a la búsqueda de un arte estéticamente perfecto, de un arte bello. Estética que se une a una búsqueda de valores sensoriales, todo es fuente de goce para el oído, la vista, el tacto, etc.
-El lenguaje.
Su búsqueda de un mundo perfecto se traduce también en la búsqueda de un lenguaje perfecto que intente traducir esta armonía. Y que mejor para reflejar la armonía que la música, de ahí la sonoridad del lenguaje.
A la sonoridad del lenguaje se debe de añadir el colorido –producto de su mirada sobre otros mundos que se salgan de la mediocridad burguesa- y el uso de imágenes deslumbrantes que intentan romper con esta misma mediocridad.
La búsqueda de la armonía y de lo sensorial lleva al empleo de la sinestesia, la armonía del mundo es también la armonía de los sentidos.
-El modernismo en España.
Frente al modernismo hispanoamericano caracterizado por su preciosismo formal y su culto a la belleza sensible -el máximo exponente es Rubén Darío-, el modernismo español se caracteriza por su menor brillantez externa y el predominio del intimismo. Nos encontramos menos parnasianismo y más simbolismo. Destaca como modernista Manuel Machado, pero en la órbita del modernismo nos encontramos a Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez
LA GENERACIÓN DEL 98.
-El concepto de Generación del 98.
Azorín propuso tal denominación en 1913 en una serie de artículos. Según él integraban dicha generación autores como Unamuno, Baroja, Maetzu, Valle-Inclán, Rubén Darío, etc. Azorín dice que a tales autores les uno un espíritu de protesta, y un profundo amor al arte. Este concepto se asienta con Pedro Salinas quien distinguirá entre modernistas y noveintayochistas. Los primeros caracterizados por su renovación poética y su preocupación por la belleza. Los segundos preocupados no sólo por reformar el modo de escribir la poesía, o el modo de escribir en general, sino que aspira a conmover hasta los cimientos de la conciencia nacional, llegando hasta las raíces de la vida espiritual. Verdades, no belleza es lo que va buscando (Pedro Salinas, Literatura española del siglo XX).
Actualmente nos encontramos dos posturas:
a) Aquellos que defienden que los escritores del 98 tienen suficientes rasgos que impiden incluirlos en el Modernismo. Ejemplo de ello su sentido de la sobriedad estética, sus preocupaciones filosóficas y el lugar que ocupa el tema de España.
b) Aquellos que consideran que a fines del siglo XIX lo que se produce es una crisis. Crisis que dará lugar a la rebeldía y a la renovación artística. Tanto en los modernistas como en la Generación del 98 hay un ruptura con lo anterior.
-Actitudes, ideas y temas.
1) Se intensifica el entronque con las corrientes irracionalistas europeas (Nietzsche, Shopenhauer, Kierkegaard...) Puede hablarse de neorromanticismo. Así Azorín destacaba el idealismo románico de sus compañeros, y como románticos se definieron Baroja y Unamuno.
2) Adquieren relevancia preocupaciones existenciales. Se preguntan por el sentido de la vida, el destino del hombre, etc.
En este sentido son bastante tres novelas que surgen en 1902: Camino de perfección de Baroja, La voluntad de Azorín y Amor y pedagogía de Unamuno. Los protagonistas de las estas novelas sentirán lo que se denomina, angustia vital. Angustia ante una vida que no tiene sentido.
Junto a problemas existenciales nos encontramos problemas religiosos, cuyo máximo exponente es Unamuno, quien sentirá la necesidad de creer en Dios, pero la razón siempre le negará tal existencia.
3) El tema de España se enfoca desde la perspectiva subjetiva. Proyectan sobre la realidad española los anhelos y angustias íntimas.
Plantearon el tema de España no en el terreno económico y social, sino en el plano de valores, ideas y creencias.
Hemos de atender a dos puntos de vista:
-Las tierras de España. Junto a una mirada crítica ante la pobreza y el atraso, hallaremos una exaltación lírica de los pueblos y paisaje. Se centra la atención en Castilla y se la identificará con lo sobrio, lo austero.
-La historia. Intentan encontrar las esencias de España, los valores permanentes. Unamuno plantea que por debajo de lo historia externa (reyes, políticos, guerras, etc.) está la intrahistoria, la vida callada del pueblo.
-Nómina del 98.
Dentro del 98 tendríamos a Baroja, Azorín, Maetzu y Unamuno. Aunque no debemos de olvidar la figura de Antonio Machado, que sin formar parte del 98 sí va a beber de las influencias y preocupaciones de los autores de tal generación.
-Significación literarios del 98
-A la Generación del 98 le caracteriza el predominio que da al fondo –la idea- frente al fondo. Esto da lugar a cierta sobriedad y antirretoricismo (frente a la exhuberancia y retoricismo modernista)
-Gusto por las palabras tradicionales y terrureñas, producto de esa mirada sobre España.
-Con la Generación del 98 se configura el ensayo moderno, producto del análisis y reflexiones que llevan a cabo sobre la sociedad de finales del XIX
EL MODERNISMO
-Dos son las interpretaciones que se hacen del término Modernismo:
1) Movimiento literario bien definido, que se desarrolla entre 1895 y 1915. Su cima es Rubén Darío, y se caracteriza por su esteticismo y escapismo.
2) Aquellos que estiman que no es sólo un movimiento literario, sino que es también una época y una actitud. Actitud defendida por Juan Ramón Jiménez y Federico de Onís.
-Raíces históricas y sociales.
Al modernismo le caracteriza su profundo desacuerdo con la civilización burguesa. El modernismo es una reacción contra el espíritu utilitario de la época, contra el industrialismo y la mediocridad burguesa en la que se desenvuelve la sociedad. Frente a esta mediocridad se adoptará actitud de disconformidad a través del aislamiento aristocrático y refinamiento estético. Acompañado muchas veces de actitudes inconformistas como la bohemia, el dandismo y conductas asociales y amorales.
-Génesis e influencias del modernismo.
Influencia francesa:
1) Parnasianismo: su máxima es “el arte por el arte”. Su ideal es la perfección formal. Preferencia por ciertos temas que aparecerán en los modernistas: los mitos griegos, los exóticos ambientales orientales, lo medieval.
2) Simbolismo: para los simbolistas la realidad encierra significaciones profundas o afinidades con los estados de ánimo. Estas significaciones o afinidades se hacen patentes en los símbolos, en los que una imagen física sugiere algo no perceptible (una idea, un sentimiento...) Ej. : el camino es la vida, el atardecer la muertes, etc.
3) Influencia de Bécquer. Es un precursor del simbolismo (cfr. el arpa olvidada). De él se tomará también una veta intimista y sentimental.
-Temas
-Una cierta desazón romántica. Los modernistas, como los románticos, rechazarán la sociedad en la que viven. Frente a la sociedad burguesa, racional y utilitaria tenemos la defensa de las pasiones, lo irracional. La literatura dará cabida al misterio, lo fantástico, los sueños, todo aquello que escapa de la razón.
-El escapismo. El modernista huye para no enfrentarse / afrontar la realidad. Hay dos tipos de evasiones: en el espacio (lo oriental) y en el tiempo (pasado medieval, dieciochesco). También gusto por la mitología clásica.
-Cosmopolitismo. Cosmopolitismo que desemboca en la devoción por París.
-El amor y el erotismo. Igual que en el romanticismo nos encontraremos el cultivo del amor imposible, del amor fracasado. Pero nos encontraremos también muestras de erotismo con sensuales descripciones.
-Temas americanos e hispánicos. Ese rechazo del mundo presente hace que se vuelva la mirada hacia el pasado, hacia los propios orígenes; muchas veces intentando buscar las raíces de una colectividad, de un pueblo.
Nos encontramos un anhelo de armonía, frente a un mundo que e siente inarmónico. Armonía que se manifiesta en un ansia de plenitud y perfección (frente a la mediocridad e imperfección del mundo de finales del siglo XIX)
-Estética modernista.
La búsqueda de la perfección y armonía da lugar a la búsqueda de un arte estéticamente perfecto, de un arte bello. Estética que se une a una búsqueda de valores sensoriales, todo es fuente de goce para el oído, la vista, el tacto, etc.
-El lenguaje.
Su búsqueda de un mundo perfecto se traduce también en la búsqueda de un lenguaje perfecto que intente traducir esta armonía. Y que mejor para reflejar la armonía que la música, de ahí la sonoridad del lenguaje.
A la sonoridad del lenguaje se debe de añadir el colorido –producto de su mirada sobre otros mundos que se salgan de la mediocridad burguesa- y el uso de imágenes deslumbrantes que intentan romper con esta misma mediocridad.
La búsqueda de la armonía y de lo sensorial lleva al empleo de la sinestesia, la armonía del mundo es también la armonía de los sentidos.
-El modernismo en España.
Frente al modernismo hispanoamericano caracterizado por su preciosismo formal y su culto a la belleza sensible -el máximo exponente es Rubén Darío-, el modernismo español se caracteriza por su menor brillantez externa y el predominio del intimismo. Nos encontramos menos parnasianismo y más simbolismo. Destaca como modernista Manuel Machado, pero en la órbita del modernismo nos encontramos a Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez
LA GENERACIÓN DEL 98.
-El concepto de Generación del 98.
Azorín propuso tal denominación en 1913 en una serie de artículos. Según él integraban dicha generación autores como Unamuno, Baroja, Maetzu, Valle-Inclán, Rubén Darío, etc. Azorín dice que a tales autores les uno un espíritu de protesta, y un profundo amor al arte. Este concepto se asienta con Pedro Salinas quien distinguirá entre modernistas y noveintayochistas. Los primeros caracterizados por su renovación poética y su preocupación por la belleza. Los segundos preocupados no sólo por reformar el modo de escribir la poesía, o el modo de escribir en general, sino que aspira a conmover hasta los cimientos de la conciencia nacional, llegando hasta las raíces de la vida espiritual. Verdades, no belleza es lo que va buscando (Pedro Salinas, Literatura española del siglo XX).
Actualmente nos encontramos dos posturas:
a) Aquellos que defienden que los escritores del 98 tienen suficientes rasgos que impiden incluirlos en el Modernismo. Ejemplo de ello su sentido de la sobriedad estética, sus preocupaciones filosóficas y el lugar que ocupa el tema de España.
b) Aquellos que consideran que a fines del siglo XIX lo que se produce es una crisis. Crisis que dará lugar a la rebeldía y a la renovación artística. Tanto en los modernistas como en la Generación del 98 hay un ruptura con lo anterior.
-Actitudes, ideas y temas.
1) Se intensifica el entronque con las corrientes irracionalistas europeas (Nietzsche, Shopenhauer, Kierkegaard...) Puede hablarse de neorromanticismo. Así Azorín destacaba el idealismo románico de sus compañeros, y como románticos se definieron Baroja y Unamuno.
2) Adquieren relevancia preocupaciones existenciales. Se preguntan por el sentido de la vida, el destino del hombre, etc.
En este sentido son bastante tres novelas que surgen en 1902: Camino de perfección de Baroja, La voluntad de Azorín y Amor y pedagogía de Unamuno. Los protagonistas de las estas novelas sentirán lo que se denomina, angustia vital. Angustia ante una vida que no tiene sentido.
Junto a problemas existenciales nos encontramos problemas religiosos, cuyo máximo exponente es Unamuno, quien sentirá la necesidad de creer en Dios, pero la razón siempre le negará tal existencia.
3) El tema de España se enfoca desde la perspectiva subjetiva. Proyectan sobre la realidad española los anhelos y angustias íntimas.
Plantearon el tema de España no en el terreno económico y social, sino en el plano de valores, ideas y creencias.
Hemos de atender a dos puntos de vista:
-Las tierras de España. Junto a una mirada crítica ante la pobreza y el atraso, hallaremos una exaltación lírica de los pueblos y paisaje. Se centra la atención en Castilla y se la identificará con lo sobrio, lo austero.
-La historia. Intentan encontrar las esencias de España, los valores permanentes. Unamuno plantea que por debajo de lo historia externa (reyes, políticos, guerras, etc.) está la intrahistoria, la vida callada del pueblo.
-Nómina del 98.
Dentro del 98 tendríamos a Baroja, Azorín, Maetzu y Unamuno. Aunque no debemos de olvidar la figura de Antonio Machado, que sin formar parte del 98 sí va a beber de las influencias y preocupaciones de los autores de tal generación.
-Significación literarios del 98
-A la Generación del 98 le caracteriza el predominio que da al fondo –la idea- frente al fondo. Esto da lugar a cierta sobriedad y antirretoricismo (frente a la exhuberancia y retoricismo modernista)
-Gusto por las palabras tradicionales y terrureñas, producto de esa mirada sobre España.
-Con la Generación del 98 se configura el ensayo moderno, producto del análisis y reflexiones que llevan a cabo sobre la sociedad de finales del XIX